viernes, 24 de marzo de 2017

Qué es Al-Andalus


Por Rafael Guzám

Catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Granada
Extraído del Curso La Alhambra. Historia, arte y patrimonio

Tras el surgimiento del Islam en el siglo VII con el profeta  Mahoma, los musulmanes iniciaron un rápido proceso de expansión territorial desde la Península Arábiga que los llevó a la conquista del próximo oriente, India y centro de Asia por el Este, ocupando por el oeste el norte de África y llegando a la Península Ibérica en el año 711.

Aquí se enfrentarán con el reino visigodo conquistando el territorio hasta el sur de Francia donde fueron derrotados por Carlos Martel en el año 732 en la batalla conocida como Poitiers.

Tras esta rápida expansión, los territorios de la Península Ibérica que ahora estarán bajo dominio musulmán se les conocerá como Al-Ándalus.

Sus fronteras se fueron alterando a lo largo del tiempo bien por la conformación de distintos estados islámicos o bien por las conquistas de estados cristianos que desde el norte irán apropiándose de territorios hasta 1492 en que los Reyes Católicos conquistarán el último estado islámico de Al-Andalus: el nazarí, el cual construiría la Alhambra.

Entre los estados islámicos que se sucedieron en Al-Ándalus tenemos que destacar el emirato y después califato de Córdoba, momento de máximo esplendor cultural. Le sucedieron distintas Taifas o reinos menores con capitales en Zaragoza, Toledo, Sevilla, Málaga, Badajoz… para volver a unificarse con los almorávides y almohades, en estos casos dependiendo de Marrakech (ciudad situada en el actual Marruecos), capital política de ambos imperios.

Estos avatares políticos muestran una compleja realidad histórica en la que se fue conformando una sociedad que aunaba las culturas anteriores, visigoda e hispanorromana, con las influencias que llegaban desde los territorios orientales del Islam.

La sociedad de Al-Ándalus estuvo constituida por la mayoría de la población hispanovisigoda que allí estaba establecida en el siglo VIII, a la que se unieron bereberes del norte de África y árabes que constituyeron el grupo dirigente y dominante.

La religión predominante y oficial fue el Islam, aunque se permitía la práctica y existencia del judaísmo y cristianismo, con periodos de más tolerancia y de más intransigencia. Muchos cristianos se convirtieron al Islam denominándose muladíes, mientras que los que mantuvieron su fe cristiana se conocían como mozárabes. Ahora bien, el conjunto de la población adopto formas de vida y costumbres musulmanas.

En Al-Ándalus se produjo un gran desarrollo de las ciudades mediante una economía de grandes mercados donde se vendían tanto productos manufacturados como los productos en las zonas rurales del entorno. Los zocos atraían mercancías provenientes de lugares lejanos a través de las caravanas que surcaban las tierras del Islam. Incluso, desde las grandes ciudades, se exportaban productos de lujo como cerámicas o sedas a los territorios del norte de Europa y a todo el Mediterráneo.

A nivel agrícola llegaron nuevas variedades como el arroz, la berenjena, la alcachofa y la caña de azúcar, complementando los cereales que ya se cultivaban con anterioridad. Estos cultivos aumentaron la diversidad de la gastronomía de los territorios y, además, consiguieron una mayor producción agrícola al desarrollar los sistemas de regadío heredados de la época romana y visigoda.

La cultura alcanzó altas cotas durante el período andalusí, conservándose numerosos monumentos que hablan del nivel artístico alcanzado. Citar la mezquita de Córdoba, Madinat al-Zahra (ciudad-palacio de los omeyas cordobeses), la Giralda (alminar almohade de la mezquita mayor de Sevilla), el palacio de la Aljafería de Zaragoza, los baños del palacio de Villardompardo en Jaén, la Alcazaba de Málaga, la Torre del Oro, el ribat de Fuengirola, la madraza de Granada… como ejemplos significativos; pero también fueron objetos suntuarios realizados con distintas técnicas que se conservan en museos por todo el mundo y que se han valorado de forma conjunta en distintas exposiciones internacionales.

La literatura, la música y las ciencias como la medicina alcanzaron altas cotas, conservándose los conocimientos en bibliotecas como la del califa Al-Hakam II en Córdoba, valiéndose de la generalización del uso del papel llegado de China.

Esta alta cultura fue transmisora de los conocimientos de la antigüedad clásica mediterránea así como otros venidos de oriente, influyendo en Europa y sirviendo como base para el desarrollo del Renacimiento, momento con el que se inicia la historia moderna.

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